martes, 30 de octubre de 2012

Limpieza automática iniciada por la luz solar



Los rayos del Sol atraviesan las nubes, y a partir de ese momento ciertas superficies artificiales en edificios y otras construcciones comienzan automáticamente a limpiarse por sí mismas. Puede parecer un prodigio exclusivo de la ciencia-ficción, pero se trata de un hecho real. La clave del portento es la adición de moléculas de dióxido de titanio al material con el que están hechas estas superficies. Activadas por la luz ultravioleta, dichas moléculas fomentan una reacción que destruye bacterias, algas y hongos.





KEVIN CIPOLLONE


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