martes, 31 de julio de 2012

Un producto químico podría revolucionar las células de combustible


Si bien las células de combustible de membrana electrolítica de polímero (PEM) se consideran ampliamente como las más prometedoras para el uso portátil, su operación a bajas temperaturas y consecuentemente su baja eficiencia, ha bloqueado su salto de una tecnología prometedora a una tecnología práctica.

Pero investigadores en el Instituto de Tecnología de Georgia (Georgia Tech) han encontrado un producto químico que podría permitir a las PEM operar a una temperatura muy superior y sin humedad, lo que significa que esas células de combustible de polímero podrían llegar a fabricarse de forma mucho más barata que antes, y funcionar por fin a temperaturas lo bastante altas para hacer práctico su uso en automóviles y pequeños equipos electrónicos.

Un equipo dirigido por el profesor Meilin Liu, de la Escuela de Ciencia de Materiales e Ingeniería en el Georgia Tech, ha descubierto que un producto químico llamado triazole es significativamente más eficaz que los productos químicos similares utilizados por otros especialistas en investigaciones para aumentar la conductibilidad y reducir la dependencia de la humedad en las membranas de polímero.

El triazole mitigará muchos de los problemas que han impedido que las células de combustible de polímero fueran utilizadas en aplicaciones tales como los automóviles, los teléfonos móviles y los ordenadores portátiles. Va a tener un efecto espectacular.
Células de combustible
Diagrama de una PEM que utiliza triazole.. (Foto: Georgia Tech )
Una célula de combustible produce esencialmente electricidad, convirtiendo los productos químicos usados, hidrógeno y oxígeno, en agua. Para lograr esto, la célula de combustible necesita una membrana destinada al intercambio de protones, un material especialmente tratado que se parece mucho a una envoltura plástica, con el fin de conducir los protones (iones positivamente cargados) y bloquear los electrones. Esta membrana es la llave para construir una buena célula de combustible.

Las PEMs hoy empleadas en las células de combustible tienen varios problemas que impiden su uso más amplio. Primero, su temperatura de operación es tan baja que incluso cantidades ínfimas de monóxido de carbono en el combustible de hidrógeno contaminarían el catalizador de platino de la célula de combustible. Para evitar esta polución, el combustible de hidrógeno debe sufrir un proceso de purificación muy caro, que hace de las células de combustible una alternativa muy cara frente a las baterías convencionales o los motores alimentados por gasolina. A temperaturas superiores, como las permitidas por una membrana que contenga el triazole, la célula de combustible puede tolerar niveles muchos más altos de monóxido de carbono en el hidrógeno empleado como combustible. 
 
         ALUMNO KEVIN CIPOLLONE

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